Lupe y su sonrisa de cacao
Ella es la Guadeloupe Intriago Mera, pero todo el mundo la conoce como Lupe. Tiene 44 años, está casada y tiene tres hijos. Su familia dispone de 4’5 hectáreas de terreno donde mayoritariamente cultivan cacao, pero también cultivan otras frutas y verduras. A pesar de esto, el único fruto del que sacan beneficio económico es del cacao, el resto es para auto consumo familiar. Lupe ha cultivado cacao toda su vida, igual que sus padres y sus abuelos. Su marido también trabaja en la plantación, combinándolo con su segundo oficio: la pintura.
Lupe es una de las fundadoras de la Corporación Fortaleza del Valle. Se unió en 2005, con el objetivo de unir productores para obtener mejores precios finales por su producto. Los beneficios de unirse: Exportar cacao al mercado internacional, tener acceso a préstamos, asistencia técnica y de limpieza de la plantación, entrar dentro de los parámetros del comercio justo y obtener superávit anual. Para la limpieza de los árboles cada productor recibe seis días de asistencia por prevención enfermedades a las plantas. Su granja es orgánica y de comercio justo.
Lupe ha plantado plataneros para proteger el cacao del Sol, el viento, y los productos químicos utilizados por los productores vecinos. También utilizan plásticos para bloquear la contaminación. Ha recibido un préstamo de Oikocredit de seis meses para instalar un nuevo sistema de irrigación (el último fue destruido por un terremoto en 2015). El préstamo se usará para tener la plantación limpia de malas hierbas y para comprar nuevas plantas. Manteniendo la plantación limpia cambiando las plantas enfermas por sanas ayudará a poder prevenir las enfermedades que malogran el cultivo.
El terremoto de 2015 dañó las raíces de las plantas y el sistema de irrigación. La cooperativa, financiada por Oikocredit, les dio un año extra para pagar los préstamos y envió cuatro equipos especializados para ayudar a los miembros. Los equipos proveyeron la restauración de la plantación.
Ella todavía sufre consecuencias psicológicas de los daños. El terremoto duró sólo unos segundos, pero golpeó en diferentes direcciones (hecho inusual pero devastador). Fueron capaces de hacer frente a la pérdida temporal de producción gracias a las reservas almacenadas. Su sueño es mantener la producción de cacao y expandir el número de miembros y la producción de la cooperativa.